En el marco de la aprobación de la Ley Telecom en el Senado, en mi TL aparecían los desvelados indignados. Un pequeño grupo de activistas, académicos, estudiantes, comunicadores, ex funcionarios públicos y legisladores, estaban atentos al circo legislativo.
La oligarquía
Hablo del circo legislativo, porque no se le llama democracia al mayoriteo de levantar la mano y desechar reservas, porque no se le puede llamar Poder Legislativo cuando no existe una verdadero contrapeso al Poder Ejecutivo.
Cuando los legisladores no escuchan a la ciudadanía y no aceptan un debate público sobre sus propuestas, no se les puede llamar «legisladores», porque no son dignos de representarnos.
Simplemente evidenciaron que los verdaderos dueños de México, los poderes fácticos tienen el control, no sólo del recinto legislativo, ni de los escaños de los Senadores. Sino de su verdad disfrazada de los grandes debates de la «preponderancia».
La exigencia de los medios sociales, comunitarios e indígenas
La ciudadanía exige derechos y libertades, no llamadas a larga distancia gratuitas. Así de pobre sus leyes, así de pobre su visión de Estado.
¿En dónde quedan las garantías para que existan y sigan naciendo nuevos medios sociales, comunitarios e indígenas? ¿En dónde quedó el discurso de pluralidad de voces? En México no se necesita un 1% de publicidad gubernamental para estos medios, se necesita garantizar nuestro derecho a la comunicación, con autonomía editorial y libertad de expresión.
#OcupaElEspectro
Esperen futuras acciones…
mundosenredadosennudos 